Overblog
Edit post Seguir este blog Administration + Create my blog
GERENCIA - ADMINISTRACIÓN

LA GERENCIA - ADMINISTRACIÓN DE EMPRESAS

026 - ELECTRÓNICA - ELECTRICIDAD - HISTORIA (3)

026 - ELECTRÓNICA - ELECTRICIDAD - HISTORIA (3)

026 – ELECTRONICA – ELECTRICIDAD – HISTORIA (3).

El conocimiento de la electricidad estática se remonta a las civilizaciones más tempranas, pero durante milenios se mantuvo como un fenómeno interesante y desconcertante, sin una teoría que explicase su comportamiento y, a menudo, confundido con el magnetismo.

Los antiguos conocían propiedades bastante curiosas que poseían dos sustancias, el ámbar y el mineral de hierro magnético, ​ la piedra de Magnesia, piedra imantada). El ámbar, cuando se frota, atrae objetos livianos, como plumas; el mineral de hierro magnético tiene el poder de atraer hierro. ​

Basándose en su descubrimiento de un artefacto hematítico olmeca en América Central, el astrónomo estadounidense John Carlson sugirió que «los olmecas pueden haber descubierto y utilizado la brújula geomagnética de piedra imantada antes de 1000 a.C.».

Si ello fuese verdad, «precede al descubrimiento chino de la brújula de piedra imantada geomagnética en más de un milenio».​ Carlson especula que los olmecas pueden haber usado artefactos similares como un dispositivo direccional para propósitos astrológicos o geománticos, o para orientar sus templos, las moradas de los vivos o los enterramientos de los muertos.

La referencia más antigua de la literatura china al magnetismo se encuentra en un libro del siglo IV aC. titulado Libro del maestro del valle del Diablo, «La piedra imantada hace que el hierro llegue o lo atraiga».

Mucho antes de que existiera algún conocimiento del electromagnetismo, las personas eran conscientes de los efectos de la electricidad.

Los relámpagos y otras manifestaciones de electricidad, como el fuego de San Telmo, se conocían en la antigüedad, pero no se entendía que estos fenómenos tuvieran un origen común. ​

Los antiguos egipcios estaban al tanto de las descargas al interactuar con peces eléctricos (como el bagre eléctrico) u otros animales (como las anguilas eléctricas). ​

Las descargas de los animales fueron evidentes para los observadores que desde la prehistoria habían estado en contacto con ellos. Los textos de 2750 aC. de los antiguos egipcios se referían a estos peces como «el trueno del Nilo» y los veían como los protectores de todos los demás peces. ​

Otro posible enfoque para descubrir la identidad de los rayos y de la electricidad de cualquier otra fuente, se debe atribuir a los árabes, quienes antes del siglo XV utilizaban la misma palabra árabe para relámpago (barq) y la raya eléctrica.42

Tales de Mileto, que escribió alrededor del año 600 aC., observó que frotando pieles con diversas sustancias como el ámbar provocaba que atrajeran motas de polvo y otros objetos de luz. ​

Tales escribió sobre el efecto que ahora se conoce como electricidad estática. Los griegos notaron que si frotaban el ámbar el tiempo suficiente, incluso podían conseguir que saltase una chispa eléctrica. En esa época en la alquimia y la filosofía natural, se pensaba que podría existir un medio material llamado «éter», una sustancia que llenaría el espacio o campo.

Los fenómenos electrostáticos fueron reportados nuevamente milenios más tarde por los naturalistas y médicos romanos y árabes.

Varios escritores antiguos, como Plinio el Viejo y Scribonius Largus, atestiguaron el efecto adormecedor de las descargas eléctricas producidas por los pez gato y torpedo rayos. Plinio en sus libros escribe: «Los antiguos toscanos por su aprendizaje sostienen que hay nueve dioses que envían relámpagos y los de once géneros».

Esta fue, en general, la idea pagana temprana de los rayos. Los antiguos tenían algún concepto de que las descargas podían viajar a lo largo de objetos conductores. Los pacientes que sufrían dolencias como la gota o el dolor de cabeza eran tratados con peces eléctricos con la esperanza de que la poderosa sacudida al tocarlos pudiera curarlos. ​

Varios objetos encontrados en Irak en 1938 datados de los primeros siglos dC. (Mesopotamia sasánida), llamada la batería de Bagdad, se asemejan a una celda galvánica y algunos creen que se utilizarían para la galvanoplastia.

Las afirmaciones son controvertidas debido a las mismas evidencias que las sustentan y a las teorías sobre el uso de los artefactos, ​ a pruebas físicas de los objetos conductores y si eran de naturaleza eléctrica. ​ Por ello la naturaleza de esos objetos se basa en la especulación y su función es dudosa. Revista Energía - jaimeariansen@outlook.com

Compartir este post
Repost0
Para estar informado de los últimos artículos, suscríbase:
Comentar este post